La importancia de morir a tiempo, El libro de las revelaciones, Colombia Paranormal y Bitácora de un naufragio componen una serie del escritor colombiano que es fascinante. Él mismo les ha llamado “libros sin género”, pero en realidad son de las combinaciones de periodismo y literatura más amables y lúdicas de leer. Son todo un regalo, por tratarse de relatos donde Mendoza sabe esculcar el alma con hechos y situaciones que acontecieron a seres humanos reales, que él conoció de viva voz, o que en medio de investigaciones, halló como si se tratara de una galería de personajes venidos de otro tiempo y otra dimensión. Entonces, haciendo gala de su pluma y de su olfato periodístico, le da al lector una colección de relatos que habla de lo que somos, tanto en la grandeza de nuestro espíritu como en la bajeza de nuestro lado oscuro.

Lo más inquietante de estos ‘libros sin género’, es que a Mario Mendoza parece perseguirlo historias insólitas, personajes que acuden a él, o se le atraviesan en el camino para que sean narrados por su puño y letra. Ya nuestro Nobel decía algo como: “el periodista que no cuenta con suerte para conseguir historias, no es buen periodista”. Y Mendoza no solo cuenta con suerte, es que su aliento narrativo, atrapa, seduce, a veces saca lágrimas, asombra, aterra, asusta, pero también nos hace suspirar.

Comenzar a leer a Mendoza con estos libros es un acierto. Allí hay historias de las que bien podrían fabricarse unos guiones de cine, porque hay héroes y villanos, saltos en el tiempo, universos desconocidos, energías de otros mundos, sueños y pesadillas. Relatos que además tienen cierres cautivantes, historias de terceros o experiencias que tratan de darle sentido a la existencia. Mendoza no cuenta por contar, narra para estremecer, para que nos pongamos en los zapatos de esos seres que deambulan entre lo insólito, el desastre y la esperanza, y de algún modo podamos crecer o mejorar como raza humana.

Bitácora de un naufragio es el gran estreno de esa serie de ‘libros sin género’ que es una marca de Mendoza. Lo lanzó este año y es, además de relatos de periodismo y literatura, una serie de reflexiones sobre estos tiempos inciertos, apocalípticos. Hay un sabor a melancolía permanente, pero también debajo late un grito que dice: ¡Despierta!