Ganar y perder, máximas de vida
3 docuseries deportivas con lecciones de liderazgo que no son cuento.
Fotos Netflix
En tiempos donde se abusa de términos que asocian el liderazgo a ‘exitismo’ ‘triunfo’ y hasta ‘popularidad’, pocas veces, de verdad, se voltea a mirar el tema con la real dimensión de lo que significa el liderazgo, más asociado al servicio. Es decir, un arte, que como bien lo afirma el escritor Mario Mendoza, “el yo pasa a un segundo plano y lo importante es el otro”. Porque liderar es tener la capacidad de inspirar, impulsar y motivar a otras personas para llevar a cabo una meta.
En Netflix hay tres docuseries deportivas apasionantes que muestran el lado real del buen liderazgo, ese que empuja a hacer los sueños realidad, que te hacen campeón y que está lejos de meras ambiciones.
EL MANUAL DE JUEGO/ THE PLAYBOOK
Cinco entrenadores de distintas disciplinas deportivas tienen mensajes dignos de tomar nota.
Doc Rivers, entrenador de la NBA, fue el gran transformador de Los Celtics de Boston. Un hombre que ve como su mayor enseñanza, la frase que le dijo su mamá: “No seas víctima de nadie”. Desde ahí comenzó a construir un camino en el que fabricó su propia filosofía deportiva basada en un vocablo africano: Ubuntu, la máxima para hablar de trabajo en equipo, pues nadie se atribuye una jugada porque es ‘la nuestra’. Sobre todo Doc comparte en su episodio la idea de no desfallecer y seguir adelante.
Jill Ellis, la entrenadora de la selección femenina estadounidense de fútbol, que llevó al equipo a ocho mundiales hizo de esta frase: “Aférrate y manténte fiel”, su mantra, pues luego de una mala racha, se levantaron cientos de voces pidiendo su renuncia, pero ella se dijo: “no puedes dirigir pensando en los demás”, así que vio en el riesgo, una oportunidad y mantuvo la fe en sí misma.
José Mourinho el polémico entrenador portugués, amado y odiado, arrogante como una marca de piel, se tiene tanta fe, que sabe que es alguien especial. No en vano es el coach que ha hecho toda una tripleta al ganar las tres ligas más grandes del mundo: Inglaterra, Italia y España. ¿Su secreto? Estar preparado para lo peor, enseñarle a un jugador, a quien sea, por más estrella, cómo se debe jugar el fútbol en ESE equipo, porque Mourinho no entrena a jugadores sino a equipos.
Patrick Mouratoglou, el coach francés más cotizado en el mundo del tenis por ser el hombre que reactivó la carrera de Serena Williams, fue un niño con un gran problema de expresión y timidez, pero su debilidad terminó siendo su gran fortaleza, pues al no hablar, se volvió un gran observador, entonces, con ojos y oídos bien abiertos, logró no solo construir una confianza y alimentar la motivación, sino entender que errar es inevitable, solo que ello no debe definir a nadie.
Dawn Staley, como entrenadora de la selección femenina de baloncesto, entendió desde muy temprano que para ganarse un lugar en este deporte dominado por chicos, debía hacerse respetar en la cancha. Fue primero una destacada jugadora y luego se volvió coach, al entender que “el crecimiento ocurre fuera de tu zona de confort”.
LOSERS
Son 8 episodios con historias que rayan entre lo insólito, lo heroico y lo humano, pero donde se ratifica que la vida sabe escuchar los deseos del corazón, cuando realmente sientes con gran fuerza.
Una docuserie que devuelve la esperanza, porque todos los personajes que aparecen en esta galería, alguna vez perdieron, fueron calificados como fracasados, designados como Losers y otros, por más que lo intentaron, nunca llegaron al primer lugar.
Allí están las historias de Michael Bentt, obligado a ser boxeador por su padre. Fue cinco veces campeón nacional, pero cuando fue noqueado en el primer asalto, padeció tal vergüenza que pensó en el suicidio. Lo intentó de nuevo, otra vez fue derribado y con graves consecuencias sobre su salud. Escribió el artículo Anatomía de un nocaut y su vida dio un vuelco extraordinario, que lo llevó a la meca del cine.
El Torquay United es quizá el club de fútbol inglés en el que nadie deposita una esperanza, pero un hecho a mediados de los 80, que definía un descenso implacable, fue interrumpido por un perro, que aún hoy sigue siendo célebre.
Surya Bonaly fue una gran patinadora artística que tuvo que lidiar con el racismo de quienes nunca la vieron como una Reina del hielo, por su color de piel. Dueña de saltos increíbles, la presea de oro fue su sueño frustrado, pero ella consiguió, desde el fracaso, darle un sentido a su vida y al patinaje.
El Campeonato de Curling Canadiense es quizá el evento que más rememora una tradición que convoca a cientos. Aparentemente tonto es una práctica que ha dado verdaderas celebridades.
Mauro Prosperi se hizo famoso en Italia luego de participar en la Maratón de arena, 241 km por el desierto del Sahara. En plena competencia se perdió y lo único que tuvo para sobrevivir fue su fuerza de voluntad.
En Alaska, las carreras en trineos, 50° bajo cero y 1600 km, son un sello de esa región y ha dado grandes alegrías. La historia de Aliy Zirkle es fascinante. Una mujer aguerrida que soñó con hacerse a un campeonato y tres veces seguidas ocupó el segundo puesto. Solo que en una de esas travesías ganó más que un lugar, el cariño de todo un pueblo.
Jack Ryan fue por muchos años un verdadero loser. Bromista profesional, creció en un hogar donde el padre no permitía el humor. Lo agarró la adultez desubicado, con un talento para el básquet, pero con cero disciplina y 100 de rebeldía. Así que como no le alcanzó para ingresar a una categoría profesional fue célebre en la calle. El alcohol y las drogas lo mermaron, pero vio la luz en una oportunidad en la que pudo combinar su capacidad de bromista con la pelota.
THE LAST DANCE
Esta docuserie de 10 episodios, es un viaje de emociones que te enchufan con un sentimiento de victoria permanente, pero también con el sinsabor de entender que el deporte, y quienes están detrás de él, son una empresa, que no vive de los abrazos y los puntos que hacen talentosos hombres en la cancha, sino de lo que se facture.
Al principio se siente como si fuera la historia de Michael Jordan en el fabuloso equipo de los Chicago Bulls y que él fuera el gran héroe. Pero no. Desde el inicio se entiende que allí hubo una genialidad y que Jordan siempre demostró ser portador de un ADN irrefutable para jugar baloncesto.
El verdadero héroe de esta producción es Phil Jackson, el coach de los Bulls, que llevó al club a convertirse en leyenda. Un hombre para quien el trabajo en equipo era su gran filosofía; que hizo lo suyo sin favoritismos, ni siquiera por Jordan, (¡Y siendo consciente de su talento!) pues supo darle a cada uno su lugar y supo comprender a cada jugador, desde lo físico hasta lo emocional. Un líder nato que veía el conjunto y lograba comprender a sus jugadores.
En la otra cara de la moneda, está Jerry Krause, el gerente de los Bulls. Si bien, obró como un hábil cazador de talentos, en el camino perdió la razón. Hizo el trabajo sucio que el propietario no se atrevió.