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‘Oz’, miedo desde el vientre de mamá

De cómo uno de los hijitos del psicópata de 'Psicosis' se volvió un sorprendente director de películas de terror.

​​Por Jimmy Arias

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Hijo de tigre sale aterrador...  y marcado por el cine, podría uno afirmar de Osgood ‘Oz’ Perkins, quien no pudo esquivar la cuchillada en la ducha del Séptimo Arte. Venía desde el vientre de su madre con el sello del cine marcado en su código genético.

Oz Perkins debutó, primero como actor, a los 12 años, interpretando a un pubescente Norman Bates, en la segunda entrega de Psicosis, protagonizada por su padre, Anthony Perkins.

En adelante, de una u otra forma, Oz estuvo ligado al cine y a la TV, con apariciones en series como Alias y Star Trek, y películas como Legally Blonde o Dead and Breakfast (filme de terror de bajo presupuesto sobre un ‘bed & breakfast’ en el que los huéspedes mueren de manera sangrienta, qué coincidencia).

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Foto: redes sociales

Director y escritor

Pero, gracias a los dioses del cine, el pequeño Oz maduró y evolucionó hasta transformarse en un muy respetado director y escritor, con apenas tres producciones en su filmografía: I’m the pretty thing that lives in this house, The devil’s daughter (AKA The blackcoats daughter) y Gretel & Hansel. Las tres son de cuidada belleza estética, y esmeradas puesta en escena y narrativa. Pero, por encima de los logros técnicos o visuales, lo que más impresiona de su estilo es la estupenda atmósfera de desazón y miedo que logra el realizador. Ver una de estas cintas es navegar en un ambiente tenso, muy tenso, como cuerda de violín, y tan oscuro, que uno sigue sintiendo el mismo sinsabor incluso en las escenas de mera transición del relato, cuando se supone que no debiera pasar nada.

Otro logro, rayano en la perfección, del maravilloso Oz, es el casting. Los actores son llevados al límite sin necesidad de baños de sangre u otro tipo de violencia. La simple charla y el llanto de una madre recordando a su hija asesinada, en medio de la oscuridad, en una escena de The devil’s daughter, logra ponerle a uno la carne de gallina. O el largo cable de un teléfono, tensado al máximo en la oscuridad, durante la charla desprevenida de dos amigas, es suficiente para que uno trague saliva con dificultad y le tiemble el pulso un buen rato, en un aparte de I’m the pretty thing that lives in this house.

Lo puedes ver  en Netflix

En cuanto a temáticas, en The devil’s daughter, ‘Oz’ relata la historia de una posesión diabólica en un solitario colegio católico de señoritas, mientras que en I’m the pretty thing that lives in this house (ya se pueden ver en Netflix) cuenta los perturbadores acontecimientos que le suceden a la enfermera de una anciana veterana escritora de libros de espantos. Por su parte Gretel & Hansel es una visita al famoso cuento infantil, pero desde el punto de vista de Gretel, la niña que termina descubriéndose como una muy talentosa aprendiz de bruja, no de verruga y escoba, sino de las que despellejan niños y envenenan ríos apenas con un conjuro, bella, oscura y sutilmente aterradora.

The devil’s daughter, aparece generalmente en casi que todos los listados de las mejores de terror, junto a Get out, por ejemplo. ‘Oz’ podrá no tener la fama y larga filmografía de James Wan (Insidious, The Conjuring), pero sí el talento para darle al género un muy merecido nuevo aire. Y tiene historias y quehacer cinematográfico para rato.

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